Los misterios dolorosos Diarios

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 Jesús caminaba con el gran peso de la Cruz que portaba todos nuestros pecados y su gran amor por nosotros fortalecía cada singular de sus pasos. Cuando porto mi cruz, la llevo con apego? O me quejo, me amargo, me entristezco? Que hago me detengo y no continuo? Me entrego y no lucho por llevarla con el mismo apego que Jesús la llevo por mi?. Cuando el peso de mi cruz me hace caer… volteo a inquirir el consuelo de mi origen del Cielo, Figuraí como lo hizo Jesús con María?

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Cautela eterna de Dios, que no ahorraste a tu divino Hijo, nuestro Salvador, el tormento de la corona de espinas para que expiase especialmente los pecados de impureza y de orgullo del hombre; sálvanos de las tinieblas del mal.

Que en cada Ave María podamos encontrar paz y esperanza en la cruz de Cristo. Que en cada Padre Nuestro encontremos fuerza para cargar nuestras propias cruces y para acompañar a aquellos que sufren. Y que en cada Salvación al Padre encontremos Goce en la resurrección y promesa de vida eterna.

Ayúdame Señor a aceptar Tu voluntad, a no quedarme dormido antaño las vigilias más importantes de los misterios del santo rosario mi vida. Que pueda vences a las tentaciones y con mis acciones extirpar las gotas de muerte que sudaste y sufriste por mí.

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¿Cuáles son los misterios dolorosos en la devoción del Rosario y cómo nos invitan a reflexionar sobre el sufrimiento humano y la redención?

10a. Avemaría: Son las quince gradas del templo de Salomón y los quince escalones de la escala de Jacob, por donde bajan y suben los ángeles y los predestinados suben al gloria.

Señor Jesús, que yo sea capaz de comprender a todos mis hermanos y que mis acciones se aten a tu bienquerencia misericordioso.

Este rezo nos invita a contemplar la vastedad de nuestra Confianza y a elevar nuestras plegarias con fervor y devoción.

A través de la meditación de estos misterios, nos sumergimos en la vida de Cristo y nos identificamos con su dolor, permitiendo que su pasión y muerte tengan un impacto profundo en nuestra vida espiritual.

Encontrar consuelo y fortaleza en los misterios dolorosos del Santo Rosario puede ser de gran ayuda cuando enfrentamos nuestras propias pruebas y sufrimientos.

Señor, incluso cuando escucho el sonar del partir del pan en la Santa Misa, las tribulaciones de este mundo no me dejan recordar el sonido de tus huesos en la Cruz.Señor que insensible soy! Como puedo recibir tanto aprecio de Ti y darte tan poquito? Como quisiera Señor estar siempre a tus pies en la Cruz como lo hizo tu Madre, cuanto quisiera ser obediente como lo fue Juan. Por qué me cuesta tanto Señor seguir tus mandatos! Por qué? Señor Jesús, cuanto me arrepiento de las veces que te he faltado cuando te he puesto en el ultimo lugar de la relación de mis cosas por hacer y a veces incluso ni siquiera te incluyo.

Para que el Señor los auxilie en sus micción, aprendan a descubrir la dimensión reconciliadora del dolor y encuentren en todos los miembros de la Iglesia un prueba de misterios dolorosos aprecio solidario.